Las infecciones del tracto urinario (ITU) son una de las afecciones más frecuentes entre las mujeres embarazadas y afectan hasta al 20% de todos los embarazos. Las ITU pueden causar complicaciones graves tanto para la madre como para el bebé, como parto prematuro, bajo peso al nacer e incluso sepsis. Afortunadamente, con el manejo y el tratamiento adecuados, estas graves consecuencias pueden evitarse. Este artículo ofrecerá una visión general de las mejores prácticas y opciones de tratamiento disponibles para controlar las infecciones urinarias durante el embarazo, de modo que las futuras madres puedan mantenerse sanas y sus bebés puedan llegar sanos y salvos.
Visión general de las infecciones urinarias en el embarazo
Las infecciones del tracto urinario (ITU) son infecciones bacterianas de las vías urinarias que pueden afectar a cualquier parte del tracto urinario, incluidos los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra, incluso si el bebé está creciendo normalmente en el útero. Las infecciones urinarias son la segunda infección más frecuente durante el embarazo, después de las infecciones vaginales. Las infecciones urinarias se producen en aproximadamente 1 de cada 20 embarazos, y en cerca del 50% de los embarazos sólo se observa un episodio de ITU. La gravedad de las infecciones urinarias varía de leve a potencialmente mortal y a menudo depende del tipo de bacteria causante de la infección y del grado de daño causado al sistema urinario. El cuerpo de la embarazada es menos capaz de combatir las infecciones urinarias debido a los cambios hormonales, que permiten que el feto crezca, pero también dificultan que el sistema inmunitario de la madre combata la infección. El útero del embarazo también aumenta el riesgo de infección bacteriana porque el bebé empuja la vejiga hacia arriba, lo que dificulta la eliminación de bacterias y toxinas.
Causas de las infecciones urinarias durante el embarazo
Una infección de orina embarazada puede deberse a distintos factores y ser más frecuentes a medida que avanza el embarazo. Estos factores pueden ser: – No vaciar completamente la vejiga – Aumento del flujo vaginal debido a cambios hormonales – Inmovilidad durante los viajes o el reposo en cama – Estasis urinaria – Uso de algunos medicamentos (como antiácidos) y dispositivos (como una sonda urinaria) – Actividades relacionadas con el sexo (como coitos prolongados o uso de un juguete sexual) – Aumento del número de parejas sexuales – Entre los factores relacionados con el embarazo que pueden aumentar el riesgo de infecciones urinarias se incluyen el aumento de la presión de la vejiga debido al crecimiento del bebé, el aumento del flujo sanguíneo a la zona genital y la movilidad limitada que puede producirse durante el embarazo.
Síntomas de las infecciones urinarias durante el embarazo
Los síntomas de las infecciones urinarias suelen ser similares a los que se experimentan cuando no se está embarazada. Estos síntomas pueden incluir: – Frecuencia urinaria – Urgencia urinaria – Disuria – Incontinencia urinaria – Hematuria (sangre visible en la orina) – Piuria que puede observarse en los urocultivos – Sensación generalizada de malestar y fatiga.