Cuando pensamos en rituales, normalmente nos vienen a la mente imágenes de antiguos templos y sacerdotes que rezan. Pero aunque sí, ciertos rituales pueden haberse inventado o establecido para facilitar la espiritualidad, también pueden ser una gran manera de lidiar con nuestro propio estrés y ansiedad personales. De hecho, la incorporación de rituales en la vida diaria tiene más de un beneficio; por ejemplo, los beneficios de crear tus propios rituales mágicos. ¿Por dónde empezar? Sigue leyendo para conocer algunos pasos útiles (y fáciles) sobre cómo crear tus propios rituales y descubrir el poder de las creencias.
¿Qué son los rituales?
Los rituales son pequeñas actividades cotidianas que las personas realizan para ayudarles a conectar con sus necesidades y deseos y a satisfacerlos. Muchos rituales se centran en conectar con tus necesidades, como conectar con tu cuerpo, conectar con tus deseos o conectar con tu pasado. Otros se centran en conectar con tus deseos, como tener un ritual para complacerte a ti mismo o tener un ritual para ahorrar para algo especial. Sea cual sea el enfoque de tus rituales, tenerlos te permite conectar contigo mismo a un nivel profundo y liberar tu mente del estrés.
Creer en los rituales
Cuando pensamos en rituales, a menudo pensamos en la ritualización de actividades como los rituales religiosos, los sacrificios o ciertas celebraciones como la Nochevieja. Pero los rituales también pueden utilizarse para lidiar con nuestro propio estrés y ansiedad personales. De hecho, incorporar rituales a la vida diaria tiene más de un beneficio; por ejemplo, los beneficios de crear tus propios rituales mágicos. Hay muchas formas de crear rituales y puedes encontrar muchos ejemplos en Internet. Sin embargo, aquí tienes algunos consejos para empezar: Encuentra un ritual que te hable y te permita conectar a un nivel profundo. Identifica qué ocurre, por qué y cómo. Haz una lista de todas las cosas que te hacen sentir bien y mal (pista: las dos cosas no siempre van juntas) e intenta conectar esos sentimientos con los elementos de tu lista. Haz que tus rituales sean cortos y sencillos. Si un ritual te lleva más de cinco minutos, probablemente sea demasiado trabajo y no te dará los resultados que deseas.
Empieza con una rutina sencilla
Lo primero que tienes que hacer es identificar cuál va a ser tu rutina diaria. Esto puede ser tan sencillo como escribirlo todo en un papel o en una hoja de cálculo. También puedes revisar viejos correos electrónicos, cartas u otros documentos para encontrar la información que necesitas. Si empiezas con una rutina sencilla, puedes obligarte a realizar tareas básicas casi constantemente. Esto puede ayudarte a mantener la concentración y evitar el aburrimiento.
Establecer el entorno adecuado
Tu rutina no debe limitarse a lo que haces cada día, sino que debe incluir cómo pasas tu tiempo. Asegúrate de que hay una cantidad adecuada de espacio entre tú y tus rutinas para que tengas un poco de espacio para respirar. Lo ideal es que tu habitación esté lo más libre posible de rutinas. Las personas con altos niveles de estrés suelen sentirse más presionadas a realizar rituales porque intentan evitar pensar en lo que no quieren hacer. Esto puede provocar ansiedad y estrés en otras áreas de tu vida porque te mantienes ocupado pero no descansas lo suficiente, no duermes lo suficiente ni comes los alimentos adecuados.
Deja que otros te ayuden
Si tu rutina diaria consiste en ponerte delante del espejo durante cinco minutos diciendo “sí” a todas las cosas que no quieres hacer, puede que tu ritual no sea tan poderoso como crees. Conseguir que otros te ayuden puede ser una forma poderosa de lidiar con tu propio estrés y ansiedad. Si no te sientes cómodo realizando el ritual tú solo, siempre puedes pedir la ayuda de un amigo o un familiar.
Haz un punto cada día para practicar tu nuevo ritual
Como ocurre con muchas cosas en la vida, cuanto más practiques, más fácil te resultará. Empieza por programar un temporizador para cinco minutos y realiza tus rituales mientras suena el temporizador. Si quieres ser más ambicioso, también puedes escribir un diario sobre tus rituales mientras los realizas; esto también puede ser una gran manera de conectar contigo mismo y entender lo que realmente significan tus rituales.
Conclusión
Hay muchas maneras de crear tus propios rituales. Puedes utilizarlos para lidiar con el estrés y la ansiedad, conectar contigo mismo y ahorrar para algo especial. Incluso puedes utilizar los rituales para salir de la rutina. Hay muchos beneficios al ritualizar tus actividades y prácticas diarias y estos son sólo el comienzo.